jueves, 9 de mayo de 2013

Sin-ti-endo


Llegaste a mi como la inspiración 
que me hace escribir esto a las 5 de la mañana, 
por casualidad.

El destino y su disfraz.

No sabía,
lo que le gusta al amor disfrazarse de inspiración.

No sé ir despacio. 
Yo simplemente cierro los ojos y salto.

Aún estoy buscando la fecha de caducidad 
de este amor caducado que sigo sin-ti-endo.

Intentaré dejarlo al sol, a la lluvia, 
para que el tiempo, y el temporal lo averigüen.

¿Dónde te escondes?

¿te escondes?

O, ¿acaso soy yo el que no quiere encontrarte?

¿Puede que te haya buscado desesperadamente por todos lados, pero, con mis ojos vendados?

Puede.

¿Puede que te hayas camuflado entre 
el duro invierno de tu mente, 
esperando que la primavera llegue?

O, ¿acaso soy yo, el buscador de tesoros 
que no quiere coger el que ha hallado 
por miedo a no encontrar otro?

Preguntas y más preguntas y, sin darme apenas cuenta, 
sin dar, me cuesta, de que todo me lleva a ti.

Pero, al cabo y al fin, no justifica los medios

Al fin y acabó, esto es sólo mi filosofía, mi cutre poesía.

O, como me gusta llamarla: mi poesía altern-a-ti-va

Mi filesía.

Y eso, tesoro, es lo nunca va a tener fecha 
de caducidad aunque no sonría.

Porque primero me quiero.
Y luego, te amo.

Porque primero adoro el “cómo".
Y luego, el “quién".

Porque primero soy buscador.
Y luego, de tesoros.

Y, que conste en alma, que adoraba ver 
a tu boca dibujar una sonrisa.


Cuando llame a la puerta la inspiración...
Estaré listo...

para escribir-te.



Att. Un buscador.



de sonrisas.


@imagiinate